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View ProductsYa sea que esté desarrollando nuevas inmunoterapias para perros o realizando investigación veterinaria, nuestra nueva biblioteca de anticuerpos caninos fue diseñada para proporcionarle los mejores reactivos en menos de 7 semanas. Dotada de una enorme diversidad (1010), LibAb-SFDogTM posee el repertorio nativo de docenas de perros de muchas razas diferentes. Es la primera biblioteca de anticuerpos caninos naïve y de alta diversidad en el mercado.
Gran diversidad de una amplia variedad de razas
Excelente diversidad clonal de 1 x 1010 (scFv/Fab) obtenida de muestras de 46 perros individuales de 6 razas diferentes
Su anticuerpo en 7 semanas
Obtenga su anticuerpo canino nativo en menos de 7 semanas, listo para investigación terapéutica o veterinaria
Olvídese de la costosa caninización
Los procesos de caninización de anticuerpos son lentos, costosos y riesgosos. Ahorre tiempo y costos con un proceso de descubrimiento de anticuerpos caninos listo para terapia y aplicación
Uniones garantizadas
Reciba al menos 3 unidores únicos contra su antígeno objetivo
Sin restricciones de propiedad intelectual
Obtenga la propiedad total sobre todos los anticuerpos caninos nativos generados
Descubrimiento de anticuerpos sin animales
Despreocúpese de la inmunización gracias a la alta diversidad de nuestra biblioteca premium LiAb-SFDogTM y al poder de cribado de nuestra plataforma de phage display
Nuestra nueva biblioteca canina (LiAb-SFDogTM) es la primera biblioteca naïve y de alta diversidad disponible en el mercado.
Biblioteca | Especie | Formato | Tamaño (clones) |
---|---|---|---|
LiAb-SFDogTM | 46 perros sanos de 6 razas distintas: Beagle, Pastor Alemán, Labrador, English Coonhound, Gran Danés, Perro Rural Chino | scFv | 1,05 x 1010 |
LiAb-SFDogTM | 46 perros sanos de 6 razas distintas: Beagle, Pastor Alemán, Labrador, English Coonhound, Gran Danés, Perro Rural Chino | Fab | 1,01 x 1010 |
Obtención o diseño y producción de antígenos
Cribado de la biblioteca y biopanning
Cribado ELISA de unidores de fagos individuales
Extracción de ADN de fagos y secuenciación de anticuerpos
Cribados y análisis adicionales (opcional)
En la última década, el uso de inmunoterapias en medicina veterinaria ha ganado terreno sobre los tratamientos convencionales. Sin embargo, uno de los principales desafíos que aún limitan su uso generalizado es la disponibilidad limitada de reactivos específicos caninos, vitales para entender mejor el sistema inmune de los perros. Además, todavía existen lagunas significativas de conocimiento sobre el genotipo y fenotipo de tumores en perros y los biomarcadores de las correspondientes enfermedades. Aunque estas limitaciones dificultan el desarrollo de inmunoterapias para perros, también representan una oportunidad sin precedentes de avance.
La falta de anticuerpos nativos fue la fuerza impulsora principal detrás de la generación de nuestra nueva biblioteca premium de anticuerpos caninos – LiAb-SFDogTM. Al ser la primera en su tipo en el mercado, ofrece una vía para generar rápidamente anticuerpos para investigación y terapia veterinaria. Pero, ¿qué se sabe sobre el uso de anticuerpos monoclonales para tratar animales?
La prueba de que el cáncer canino respondía a inmunoterapia se realizó en los años 60 con el primer trasplante de médula ósea exitoso entre hermanos de camada. Desde entonces, se ha demostrado que la inmunoterapia en perros es eficaz para abordar condiciones como sarcomas, linfomas, cáncer de mama, artritis, dermatitis e infecciones por parvovirus, entre otras.
Los anticuerpos son un pilar en la medicina humana. En comparación, el desarrollo de nuevas inmunoterapias caninas ha sido considerablemente más lento. Actualmente, existen pocas terapias disponibles comercialmente en EEUU y Canadá:
En comparación con sus equivalentes humanos, estos anticuerpos han mostrado efectividad limitada. Una posible causa de esta limitación es que estos productos se han desarrollado mediante procesos de caninización.
Como indica el nombre, este proceso es similar a la humanización de anticuerpos. Sin embargo, el conocimiento restringido sobre la inmunología canina ha hecho que la caninización sea más riesgosa, costosa y lenta que su contraparte en humanos. Además, los objetivos terapéuticos pueden diferir entre perros y humanos, lo que dificulta la selección de dianas y el diseño de antígenos óptimos para enfermedades caninas.
A pesar de los retos actuales, en los últimos años se han logrado avances interesantes en el desarrollo de tratamientos con anticuerpos para perros:
Se espera que la generación de anticuerpos monoclonales dirigidos a enfermedades de alta incidencia alivie la carga sobre el sistema de salud veterinario. Todos los tratamientos disponibles actualmente para perros utilizan anticuerpos de primeras generaciones (quiméricos o caninizados), la mayoría generados por caninización de anticuerpos xenogénicos (ratón, rata, etc.).
Los resultados prometedores obtenidos apuntan a que el uso de anticuerpos caninos nativos impulsaría significativamente el desarrollo de nuevas inmunoterapias eficaces y rentables.
En paralelo al desarrollo de inmunoterapias para perros, muchos investigadores estudian la importancia y viabilidad de los perros como modelos animales de cáncer.
Los modelos dominantes de enfermedades humanas en la fase preclínica son los modelos murinos. A pesar de la gran cantidad de datos generados con ellos, presentan limitaciones importantes. Por ejemplo, por su pequeño tamaño es difícil evaluar el efecto de la dosis y el régimen de administración. Además, los fenotipos de enfermedad en ratones a menudo difieren mucho de los humanos, dificultando la extrapolación clínica.
Por el contrario, el uso de perros como modelos de enfermedad ha sido de gran valor para ampliar el conocimiento sobre patogénesis y eficacia terapéutica. Los perros y los humanos comparten más del 58% de las enfermedades causadas por mutaciones en los mismos genes. Además, existen múltiples argumentos a favor de su uso en estudios preclínicos, como:
La investigación demuestra que los modelos murinos seguirán siendo esenciales para la prueba de concepto temprana, especialmente en cáncer. Sin embargo, estos modelos han demostrado ser insuficientes para predecir la eficacia de nuevas inmunoterapias en humanos (en términos de dosis y régimen).
Los perros son animales de gran tamaño, que comparten con los humanos respuesta inmune, biomarcadores de enfermedades y exposición a antígenos similares. Un área de especial interés donde su uso como modelo de cáncer podría aportar gran valor es el estudio de las inmunoterapias dirigidas a moléculas checkpoint. Evaluar los checkpoint inhibitors en perros, ya sea como monoterapia o en combinación con quimioterapia, permitiría entender mejor la eficacia de estos tratamientos, en especial contra tumores sólidos donde aún queda mucho por investigar.
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